Un emotivo encuentro protagonizaron las internas del Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín durante la visita del Papa Francisco al recinto.
Tras ingresar a la cárcel, fue ovacionado por 400 reclusas que participaron en la instancia, quienes se mantenían visiblemente emocionadas al ver a la máxima autoridad de la Iglesia Católica.
Las internas con pañuelos blancos y un coro, recibieron a Bergoglio, quien aprovechó la instancia para saludarlas y besar a sus hijos con pocos meses de edad.
Tras esto, Francisco escuchó las palabras de la capellán de la cárcel de mujeres, junto al testimonio de una reclusa, quien le pidió interceder en el Sistema de Justicia para modificar las condenas en el caso de las internas que son madres de menores de edad.