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La estremecedora historia de Linda Loaiza, la joven secuestrada y torturada por “El Monstruo de Los Palos Grandes” cuyo caso conmocionó Venezuela

La venezolana Linda Loaiza fue rescatada de su cautiverio en un apartamento de Caracas en 2001 con lesiones tan graves que tuvieron que operarla 15 veces. Su agresor cumplió una pena de seis años en prisión, pero Loaiza denuncia que las autoridades fueron negligentes en la administración de justicia. Casi dos décadas después de un caso que conmocionó al país, Loaiza presentó este martes una demanda contra el Estado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

BBC Mundo

Jueves 8 de febrero de 2018

Linda Loaiza es la primera venezolana en demandar al Estado venezolano por un caso de violencia contra la mujer.

La golpeó, le hizo sangrar por las orejas, la amarró, le desfiguró la boca, la quemó con colillas de cigarrillos.

Tan brutales fueron las palizas que recibió la entonces adolescente de 18 años durante dos meses y medio que la prensa lo apodó como "El Monstruo de Los Palos Grandes".

Sin embargo, fue el nombre Linda Loaiza el que, de la noche a la mañana, se hizo imposible de olvidar en Venezuela.

La joven fue rescatada el 19 de julio de 2001 de un apartamento en una zona acomodada del este de Caracas, la urbanización Los Palos Grandes.

Las fotos de su cara hinchada, con los párpados cerrados, quemaduras en la nariz, y la boca abierta y rota inundaron las portadas de los principales diarios. El país quedó conmocionado.

Las lesiones que sufrió fueron tan graves que pasó más de medio año hospitalizada y tuvo que someterse a 15 cirugías , incluida una de reconstrucción vaginal.

Linda Loaiza antes de ser secuestrada. (Foto: cortesía de Linda Loaiza)
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Linda Loaiza antes de ser secuestrada y torturada en 2001. (Foto: cortesía de Linda Loaiza)
 

Han pasado 17 años desde su rescate, pero a Loaiza igual se le quiebra la voz cuando, sentada frente al estrado, describe lo que le hizo su agresor.

" Ese señor me tomó fotos desnuda arrodillada sobre chapas de refresco, mientras me golpeaba ", dice. La jueza que la escucha con atención no puede evitar arrugar la cara.

Loaiza no está frente a jueces venezolanos, como en el pasado, sino ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).

Este martes rindió su declaración como la primera venezolana que demanda al Estado de su país ante ese tribunal internacional por un caso de violencia contra la mujer.

Y se convirtió, además, en una de las pocas que ha llegado a esa instancia para exigir que el Estado se haga responsable por el daño que le infligió una persona particular.

"Se quedó corto para el daño que sufrí"

En un descanso entre sesiones de la audiencia del martes, Loaiza le habla a BBC Mundo sobre el testimonio que acababa de dar: "Se quedó corto para el daño que sufrí".

Con una voz dulce y una leve dificultad para hablar por la cirugía maxilofacial que le practicaron, Loaiza parece más cómoda hablando como abogada que como víctima.

Sus planes de ser veterinaria se interrumpieron tras su secuestro y "la indignación hacia el sistema judicial venezolano" la llevó a estudiar Derecho.

"Lo que le pedí a la corte es que el Estado venezolano sea declarado responsable por la violación a los derechos humanos, porque no cumplió con la debida diligencia ni garantizó el debido proceso. Además hubo violación de mi integridad personal y de mi familia", explica.

(Foto: Archivo El Nacional)
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Carrera Almoina fue absuelto en 2004 y en un segundo juicio lo sentenciaron a 6 años de cárcel (Foto: Archivo El Nacional)

 

Loaiza, quien ahora tiene 35 años, argumenta que las denuncias repetidas que hizo su hermana mayor, Ana Secilia, para que se investigara su desaparición fueron desatendidas.

También denuncia el retraso procesal y los constantes cambios de jueces y fiscales que hubo durante los dos juicios que se llevaron a cabo sobre su caso.

Su secuestrador, Luis Carrera Almoina, cuyo paradero es desconocido hoy en día, pagó seis años de cárcel por "lesiones gravísimas y privación ilegítima de libertad ", pero no por violación ni homicidio frustrado calificado, los otros dos cargos que le imputó la fiscalía.

La trascendencia del caso de Linda Loaiza en Venezuela no solo tuvo que ver con los brutales maltratos de los que fue víctima, sino que desató un debate sobre el privilegio, la impunidad y el sexismo en ese país.

Versiones encontradas

Luis Carrera Almoina, que ahora tiene 52 años, es hijo de un antiguo rector universitario, Gustavo Carrera Damas, y viene de una familia de prominentes intelectuales.

Loaiza, por su parte, tiene un origen familiar humilde y en 2001 acababa de llegar a Caracas junto a su hermana desde el estado andino de Mérida, en el noroeste del país, para estudiar veterinaria.

Durante el primer juicio, Carrera Almoina aseguró que otras personas trajeron a Loaiza a su apartamento con maltratos físicos.

" Ella llegó a mi casa agredida, pero no lo denuncié porque ella no quería que yo implicara a personas allegadas a ella y yo la complací", dijo entonces.

Loaiza hizo una huelga de hambre de 13 días en las puertas del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela como medida de presión para que atendieran su caso.
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Loaiza hizo una huelga de hambre de 13 días en las puertas del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela como medida de presión para que atendieran su caso.
 

Declaró también que "colaboraba con la familia" de Loaiza porque atravesaban una "difícil situación económica y porque estaba enamorado", según recogió el diario local El Nacional.

Loaiza ha negado haber conocido o mantenido una relación amorosa con su agresor e insiste en que fue secuestrada.

Hubo un elemento que, según reflejaron los medios en ese momento, supuso un giro en la perspectiva del juicio.

La defensa de Carrera argumentó que Loaiza era prostituta y se habían conocido por un aviso clasificado en el que promocionaba sus servicios.

El cargo de violación empezó a cuestionarse, reseñó la prensa, cuando los abogados de Carrera asomaron la posibilidad de que Loaiza hubiese consentido la actividad sexual.

"No hay nada que pruebe que ese aviso existe. Con eso crearon un clima de impunidad, alimentando lo dicho por él", le dijo Loaiza a BBC Mundo.

Artículo de El Nacional del 22 de octubre de 2004.
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El Nacional publicó las reacciones de ambas partes el 22 de octubre de 2004, cuando Carrera fue absuelto.
 

La jueza absolvió a Carrera , luego de tres años en los que Loaiza denunció retardos procesales e incluso hizo una huelga de hambre frente al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que su caso fuese atendido.

La prensa llegó a calificar las delaciones en el juicio como "un peloteo de responsabilidades público y notorio" entre los poderes judiciales.

Además, citó que las relaciones de la familia Carrera Damas con jueces y fiscales pudieron haber contribuido con que más de 50 jueces se abstuvieran de atender el caso.

Algo que siempre negó el padre del agresor, quien cargó contra los medios y calificó la huelga de Loaiza como "un show mediático".

Vías de justicia

"Llegar a este punto no ha sido nada fácil, ha sido un camino largo de muchas espinas", dice Loaiza desde San José de Costa Rica, donde está la sede de la CorteIDH.

El TSJ reabrió en diciembre de 2016 el caso de Loaiza al anular la absolución por violación para Carrera, pero ella insiste en que no cree en las instituciones venezolanas y por eso emprendió acciones en cortes internacionales.

Primero acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde declaró que su experiencia había sido como "vivir la propia muerte".

Linda Loaiza (Foto cortesía de CEJIL)
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Linda Loaiza fue sometida a 15 cirugías como producto de los maltratos que recibió. (Foto cortesía de CEJIL)
 

La Comisión admitió su demanda y de ahí pasó a la CorteIDH, donde se espera que los jueces dicten sentencia en el transcurso de un año.

En el proceso penal internacional la acompañan abogados del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y de la organización venezolana Comité de Familiares de las Víctimas (Cofavic).

Además de pedir al Estado venezolano que publique "datos desglosados sobre la violencia basada en género", Loaiza exige reparación para ella y su familia.

"Ellos han sufrido tanto como yo y han sido víctimas de amenazas", le dice a BBC Mundo.

Linda Loaiza en compañía de su hermana, Ana Secilia y de su abogado, Juan Bernardo Delgado. (Foto cortesía de CEJIL)
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Linda Loaiza (centro) en compañía de su hermana, Ana Secilia y de uno de sus abogados, Juan Bernardo Delgado. (Foto cortesía de CEJIL)
 

Especialmente su hermana Ana Secilia, quien en la audiencia del martes recordó las llamadas que Carrera le hacía para decir que estaba con su hermana y amenazarla y la falta de atención, según dijo, de la policía a estas pistas.

La defensa del Estado argumentó ante esto que para ese momento existían varias instancias judiciales y de protección a la mujer a las que la hermana de Loaiza pudo haber acudido al fracasar en los intentos con la policía.

En uno de los momentos más emotivos de la jornada, Ana Secilia describió el reencuentro con su hermana en el hospital luego de ser rescatada.

"Me hiere mucho porque los dientes de su boca iban y venían, era un monstruo total. Tenía sus ojos extraviados, le habían cortado su cabello, tenía una herida en la cabeza , su cuerpo estaba golpeado, morados, quemaduras de cigarros, los labios rasgados, la boca desfigurada…".

Loaiza siempre intenta hablar del presente y de su lucha para que otras mujeres en Venezuela no vivan lo mismo que ella.

"He tomado esta bandera aunque todos los días me cueste, aunque me ataque un miedo que desea congelarme".


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