El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC dijeron haber completado un acuerdo sobre justicia y reparación a las víctimas de su conflicto armado, ampliamente considerado como el tema más difícil de las conversaciones que celebran desde hace más de tres años en La Habana.
Las partes ya habían anunciado un primer gran avance en ese sentido en septiembre pasado, cuando completaron las negociaciones sobre el tema de justicia transicional.
Pero a pesar del viaje del presidente Juan Manuel Santos a la capital cubana –y de una histórica foto con el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timoleón Jiménez" o "Timochenko"– todavía quedaban algunos detalles por afinar.
"Ayer (domingo), después de una extensa reunión de los jefes de las delegaciones, cerramos el punto concreto de víctimas", le dijo sin embargo este lunes a la prensa Marcela Durán, una de las representantes del equipo de comunicaciones de la delegación del Gobierno colombiano.
Y aunque los detalles del acuerdo serán hechos públicos el martes, ya se sabe que el mismo prevé el establecimiento de tribunales especiales que podrán acordar amnistías, penas alternativas y sentencias de un máximo de ocho años para quienes hayan cometido delitos durante el conflicto.
"Con ese gran paso ya casi seguro esto es irreversible", dijo uno de los integrantes del equipo negociador de las FARC, el guerrillero Marco León Calarcá.
Varias víctimas del conflicto ya viajaron a La Habana para estar presentas en la presentación.
"El paso más importante"
Tras el anuncio, el coordinador de las Naciones Unidas en Colombia, Fabrizio Hochschild, dijo que el acuerdo en el punto de víctimas del conflicto armado supone "el paso adelante más importante" en los diálogos de paz entre el Gobierno y las FARC.
Familiares de las víctimas del conflicto comenzaron a llegar a La Habana para participar en el anuncio de este martes.
"El tema de víctimas y de justicia es el más complejo, que más ha desatado diferentes puntos de vista en Colombia y ha generado polarización, por eso cerrarlo con un acuerdo sería algo muy grande y sería la señal determinante de que hemos llegado a la última etapa de las conversaciones", señaló en una rueda de prensa en Bogotá.
Pero no todos en Colombia celebran el acuerdo, que ha sido criticado por figuras como el expresidente Álvaro Uribe y organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, en medio de acusaciones de impunidad.
El presidente Santos, sin embargo, ha prometido que todos los acuerdos a los que se llegue en La Habana tendrán que ser validados por el voto popular.
Y este lunes el congreso de Colombia aprobó el proyecto para el plebiscito para la paz.
Bajo este proyecto, "queda claro que el Presidente de la República es el que convoca el plebiscito con la firma de todos sus ministros, que será una votación de un solo día, que el umbral va a ser del 13% del censo electoral por el sí para avalarlo, y que habrá equidad e igualdad para los que promuevan el sí y el no”, explicó el senador Armando Benedetti en declaraciones recogidas por El Espectador.
Esto implicaría que al menos unos cuatro millones y medio de colombianos tendrían que votar a su favor.
La norma sobre la consulta, sin embargo, deberá ser ahora valorada por la Corte Constitucional.
FARC y gobierno esperan firmar un acuerdo final en marzo de 2016.