La marea roja produjo serias consecuencias en la isla de Chiloé provocando un antes y un después en la zona.
Esta catástrofe económica y social llevó incluso a algunos lugareños a dejar la actividad marina como su principal fuente laboral.
Pese a las manifestaciones llevadas adelante en mayo pasado, el golpe generado a la economía trajo cesantía y frustración, al punto de que muchos tomaron la decisión de partir en busca de un mejor destino.
El motivo de esta dura realidad es que el fenómeno permanece en gran parte de la isla, especialmente en el sector que mira hacia el Océano Pacífico.
LAS CAUSAS DE LAS VARAZONES
Para los pescadores afectados, la razón de la varazón de moluscos fue el vertimiento de 4.600 toneladas de salmón en mal estado frente a Chiloé en marzo de este año, una acción autorizada por Sernapesca.
No obstante que el informe encargado por el Gobierno quitó responsabilidad a las salmoneras y habló de causas climáticas, una investigación posterior puso en duda esta afirmación al no haberse efectuado un seguimiento posterior del impacto ambiental.
UNA VUELTA AL ORIGEN
Ante la imposibilidad de trabajar en el mar, muchos chilotes han vuelto a trabajar en el campo, retomando la tradición agricultura de los orígenes de la zona.
Otras formas de diversificación apunta hacia el comercio, el turismo y la artesanía, aunque siempre pensando en un regreso a la actividad marina, con la esperanza de ver finalizados los efectos nocivos de la marea roja.