Hace unos días, le mostramos el temor y la angustia que sienten los vecinos en la población La Legua, ubicada en la comuna de San Joaquín. En este lugar, los niños crecen en medio de permanentes operativos de autoprotección contra las balas y adultos que ya no creen en la intervención de la policía y el Gobierno.
¿Por qué ha sido tan difícil terminar con el negocio de la droga y la violencia en esa estigmatizada población?. Lo cierto es que hoy conoceremos el nuevo plan para pacificar esta zona y veremos cómo operan las bandas que no dejan vivir tranquilos a esos vecinos.
Durante 20 años, los habitantes de La Legua emergencia se han sentido prisioneros en su propia población, aterrorizados por bandas familiares que se han tomado los pasajes. Muchos vecinos se preguntan cómo puede seguir el narcotráfico si hay Carabineros instalados las 24 horas del día y si se han invertido miles de milllones de pesos en planes que no han dado resultados.
Ahora, la nueva amenazada corre por grupos nuevos que son formados por jóvenes que no sobrepasan los 30 años de edad, pero que tienen en su poder alto poder de fuego y se amenazan a través de la web.
Nicole, parvularia del jardín infantil "La Caleta" que se encuentra en la mitad de la población, dice que en esta zona "no puedes estar tranquila. Si sales a comprar con tu hijo, hay que hacerlo rapidito".
LOS CUATRO PASAJES MÁS PELIGROSOS
Las policías tienen identificados cuatro pasajes como los más complicados: Francisco Zárate, manejado por la banda de "Los Cototos"; Santa Catalina Norte, donde imperan "Los Gálvez"; Sánchez Colchero bajo el control de "Los Cochinos" y Juegos Infantiles, manejado por un personaje conocido como "El Cojo César".
Hay tal nivel de peligrosidad en este lugar, que ni siquiera el programa Google Street View tiene registro de estas calles.
En paralelo, otra dificultad para las policías son un gran número de casas descocupadas que son empleadas como "oficinas" para el tráfico. Estos inmuebles son tan apetecidos, que las bandas pagan hasta $900 mil por arrendar estas casas para solo hacer transacciones.
"LA CALETA" ALBERGA LA ESPERANZA DE LOS NIÑOS
Mientras todo esto ocurre, el jardín infantil antes mencionado se ha transformado en un "refugio" para los más pequeños, donde encuentran la tranquilidad que necesitan para crecer.
Este lugar lleva 16 años de funcionamiento, apoyando a niños y adolescentes del sector. "Los niños que vienen encuentran protección", dice una de las tías.
Desde los 2 años, a los pequeños les enseñan nuevas dinámicas para abstraerlos del entorno como un juego muy particular llamado "el juego del silencio", además de hablar de un concepto llamado el "vivir bonito".