Lugareños y la industria turística cercana al río Puelo temen que el ecosistema en el que viven y trabajan se vea afectado con la construcción de una central hidroeléctrica de paso que instalaría torres de alta tensión.
El proyecto, perteneciente a la empresa Central Mediterráneo, consiste en una central de pasada que generará 210 MW de capacidad instalada, equivalente a suministrar de energía eléctrica a tres cuartas partes de la Región de Los Lagos.. Está previsto que se construya donde confluyen los ríos Torrentoso y Manso, afluentes del río Puelo.
"Todas las obras están subterráneas", explica la Gerente general de Central Mediterráneo, Ximena Espinoza, "No hay instalación que se vea en la superficie, salvo las compuertas", matiza.
"Pensamos que la mejor energía es la hidráulica", defiende Leonardo Caggiero de la organización Puelo sin Torres, "pero hay maneras y maneras de hacer las cosas". Los detractores del proyecto se oponen a que las torres pasen por la ribera del río Puelo en lugar de por la senda Puchiquín, propiedad de uno de los socios de la empresa implicada.
Un equipo de 24 Horas se trasladó hasta la zona para conocer más de cerca este conflicto.