Juan Bautista Carrillo es el párroco de la población El Castillo, en la comuna de La Pintana.
Todos los días recorre las estrechas calles de la población, famosa por ser un lugar conflictivo, en su camioneta blanca.
Día a día este sacerdote, oriundo de Angol, se encuentra cara a cara con la pobreza extrema, pero es donde su trabajo se hace más necesario y real.
Con sotana, toga, el Nuevo Testamento en mano y su risa permanente, el padre Juan Bautista visita a enfermos, pobres y necesitados para hablarles de Dios.
Según él, la fe le va abriendo puertas de las casas de personas que, en general, son reticentes a las visitas.
La historia del padre Juan Bautista en la crónica de los periodistas Rodrigo Pizarro y Cristóbal Osorio.