Parecía un mito urbano, pero Fiscalía logró dar con una red organizada dedicada al tráfico de migrantes a Chile. La banda ofrecía un servicio especial sólo a ciudadanos haitianos a quienes "armaban" una fachada para ingresar al país por pasos legales fingiendo que eran turistas.
Los migrantes, quienes bajaban del mismo avión que los traía desde Puerto Príncipe, ingresaban al país con sobres amarillos en sus manos, fingiendo ser turistas con una historia armada para pasar el control migratorio.
La sospecha se convirtió en una indagatoria que, meses más tarde, permitió al Ministerio Público configurar el delito de tráfico ilícito de migrantes. La fiscal de Alta Complejidad Occidente, Paola Zárate, indicó que "hay una investigación de agencias de viaje que bajo la apariencia de turismo, traen a ciudadanos haitianos que ingresan a Chile de manera ilegal".
La jefa de Brigada de Trata de Personas, Cynthia Contreras, sostuvo que "era un aprovechamiento de parte de ellos, pagaban mucho más y se ven en condiciones donde muchas veces conseguían contratos falsos".
La evidencia del engaño se hizo cada vez más clara. De hecho, en marzo de este año cientos de ciudadanos haitianos protestaron por las irregularidades de las que eran víctimas. En esta etapa de la investigación, el Ministerio Público se concentró en tres agencias de viajes de Santiago Centro y en el servicio que ofrecían, quienes entregaban por hasta US$ 2 mil pasajes, reservas de hotel y asesoría para conseguir visas y así quedarse en Chile.
Ya en territorio nacional no había hotel, tenían que devolver el dinero prestado para burlar el control migratorio y se desvanecía la falsa oferta de trabajo para conseguir la visa. Con ese método, la banda lograba utilidades de hasta $160 millones a la semana.
Con estos antecedentes, la Fiscalía detuvo a cinco personas, tres haitianos, un peruano y un chileno presuntamente vinculados a esta operación, quienes actuaban eventualmente con una agencia de viajes en Haití.
Hasta ahora se ha logrado vincular a 48 ciudadanos haitianos víctimas del delito de tráfico ilegal de migrantes, pero habrían otros dos mil que habrían ingresado a Chile contratando los servicios que ofrecía esta organización. En tanto, los detenidos quedaron con arraigo nacional y tres de ellos, además, con arresto domiciliario total por los 90 días que dura la investigación.