"Chicha baya y curadora, que ponís los pasos lentos".
Esta cueca-himno, que suena con fuerza en cada 18 de septiembre y que provoca sed masiva en la población, representa la importancia de la chicha en la comuna de Curacaví, donde no esconden el orgullo de preparar y exportar desde tiempos inmemoriales uno de los brebajes más típicos de Chile.
"La chicha ha sido históricamente importante en la comuna, desde los tiempos de la colonia cuando pasaban los primeros viajeros, ya estaban preparando y bebiendo los mostos de nuestras tierras", dice a 24Horas.cl el encargado de turismo de la Municipalidad de Curacaví, José García.
García hincha su pecho y sólo le falta gritar 'tiquitiquití' al decir que este dieciochero trago "será siempre nuestra carta de presentación y estandarte en la zona".
UNA CHICHA ESPECIAL
Pero ¿qué la hace tan especial? Según la autoridad comunal, todo está en la calidad de las uvas, el buen clima y el proceso de producción que consiste básicamente en la fermentación no destilada de dicha fruta. Y aunque no lo dice -asumimos- también influye la cultura etílica chilena, donde el vino tiene un sitial especial.
"Aquí se hace todavía en la forma que se hacía antiguamente, de forma totalmente artesanal, no con maquinaria sofisticada ni tampoco con productos químicos", explica.
Misma visión tiene Noelia Padilla Durán, la jefa de "Chichas Durán", producto que ganó el premio a La Mejor Chicha de Curacaví 2012.
"La chicha de Cucaraví se caracteriza por ser chicha cocida. Cada pueblo tiene sus formas de hacer la chicha. Por ejemplo, la chicha de Villa Alegre la hacen cruda", precisa a 24Horas.cl.
¡OJO CON DEJAR LA CHICHA AL SOL!
Padilla, tercera generación de las míticas "Chichas Durán", puntualiza además que la chicha debe mantenerse refrigerada. De lo contrario, seguirá su proceso de fermentación, irá poniéndose más amarga y terminará convirtiéndose en vinagre.
"Mucha gente dice que es amarga, esa amargura se da cuando no la refrigeran. Ahí ya está con sabor a vino", advierte.
SÓLO EN CURACAVÍ
La mandamás de "Chichas Durán" entrega una mala noticia para los santiaguinos: la chicha clásica de Curacaví prácticamente no se vende a bares y restaurantes de la capital. Por eso, el llamado es a comprar en la comuna cuyo nombre en mapudungún significa "piedra del festín".
"La mayoría de la chicha que llega a Santiago no es de Curacaví. Somos 15 productores de chicha, pero no es gran escala de litros, sino que es más bien moderado. Hay que venir a Curacaví, porque de acá la gente la lleva Santiago", sentencia, revelando que su negocio vende cerca de 10 mil litros por temporada.
HACER CHICHA CASERA
Si tienes tiempo, ganas, sed y no puedes pasar por Curacaví, siempre está la opción de preparar chicha en la casa, donde puedes producir de uva, de maíz, manzana, piña y otros productos.
A continuación, revisa la receta para hacer chicha de uva que entrega el blog amipintacocino.blogspot.com:
Ingredientes:
- Uvas
- Botellas
- Harina tostada (opcional)
Preparación:
- Se desgrana la uva madura y sacamos el jugo con un pasapurés, si la quieres hacer manual, o también la procesamos en la juguera y colamos varias veces aplastándola con una cuchara. La idea que no se pierda nada de jugo.
- Luego, se vierte el jugo en una botella bien seca, sin meter el corcho hasta fondo, dejándolo sólo por encima de la boquilla. Esto, porque con los días fermentará y se pondrá más fuerte.
- La chicha recién hecha que es prácticamente jugo de uva al que puedes añadir harina tostada. Para tener una rica chicha con espuma y más cuerpo, debes dejarla reposando por 5 o 6 días.
- Se recomienda beber en el corto plazo debido a que la chicha preparada de esta forma no dura mucho.