Lo que comenzó como un grupo de sanación en Quilpúe acabó hace un par de semanas de manera macabra. Luego de quemar vivo a un lactante de 48 horas de vida, se conoció la historia de la secta de Colliguay, la que era liderada por el ahora fallecido Ramón Castillo Gaete.
Castillo, conocido dentro del grupo como "Antares de la luz", se autoproclamaba Dios y debía mantener relaciones sexuales con todas las mujeres de la secta, y si un hijo llegaba a resultar de esas relaciones debía morir, por ser el anticristo.
De una personalidad narcisista, combinada con un alto poder de convencimiento y seducción, Castillo logró recaudar importantes fondos entregados por los miembros de la agrupación y escapar al Perú luego de conocerse el macabro crimen del lactante.
La periodista Marta Escalona presenta un perfil de Castillo y algunos detalles de su vida y personalidad.