Con un sumario administrativo y enfrentando la demanda de la familia de Mario González se encuentra el Hospital de Ovalle, luego que una técnico paramédico inyectara un medicamento errado que le ocasionó la muerte.
Según denuncian los familiares de González, de 60 años, él estaba a la espera de recibir el alta tras un accidente cardiovascular cuando le recetaron una dosis de cloruro de sodio, usada para hidratar a los pacientes.
El problema es que recibió cloruro de potasio, uno de los tres compuestos que forman la inyección letal administrada en Estados Unidos para los casos de pena de muerte.
Aseguran que el paciente gritó del dolor y la paramédico, al revisarlo, volvió a suministrarle el mismo medicamento pero en el otro brazo. Tres minutos después, Mario González había perdido los signos vitales.
La familia presentó una demanda ante la Fiscalía por posible negligencia médica, ya que aseguran que si ninguno de ellos hubiese estado en la pieza de González al momento de su muerte, la mala aplicación del medicamento no se hubiese sabido y las causas del fallecimiento serían sólo las informadas en la ficha médica: paro cardiorrespiratorio.
Desde el hospital aseguran que el hecho es investigado y que la técnico paramédico fue separada de sus funciones y su nombre se mantiene en reserva.
Para estos días se espera la exhumación del cuerpo de Mario González para realizar los análisis correspondientes y definir las sustancias que se le administraron.