Un 20% disminuyeron las denuncias y casos por discriminación a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales en el 2012, sin embargo los atropellos más graves, como el acoso educacional, lo abusos policiales y familiares y las agresiones físicas que dejaron en riesgo vital a las personas, aumentaron significativamente.
Esa fue la conclusión del XI Informe Anual de los Derechos Humanos de la Diversidad Sexual en Chile, estudio elaborado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
"Las declaraciones y movilizaciones homofóbicas transfóbicas disminuyeron por cuanto el crimen contra Daniel Zamudio y la aprobación de la Ley Antidiscriminatoria ejercieron un poder disuasivo en los principales responsables de este tipo de hechos, como son los poderes políticos y religiosos contrarios a la igualdad para las minorías sexuales que debieron replegarse por 'temor' a la impopularidad", sostuvo el Movilh al lanzar el estudio en el Parque San Borja junto a víctimas emblemáticas de la discriminación del año pasado.
"En cambio otro tipo de atropellos, los más graves, incrementaron porque cada vez son más las minorías sexuales que denuncian abusos y ocupan nuevos y más espacios con libertad, es decir sin ocultar su identidad, lo cual es rechazado por personas o instituciones homo-transfóbicas que actúan con desesperación y violencia frente a cambios culturales favorables a la igualdad que frente a sus ojos ven que ya no pueden detener", indicó la investigación.
Del total de 148 atropellos, 3 correspondieron a asesinatos; 20 a agresiones físicas o verbales perpetradas por civiles; 6 agresiones y/o detenciones policiales arbitrarias; 9 a abusos laborales y 10 a educacionales; 25 a movilizaciones homofóbicas o transfóbicas; 19 a exclusiones institucionales; 9 a marginaciones en los espacios públicos o privados; 12 a segregaciones comunitarias (familia o vecinos); 33 a declaraciones que dañaron la dignidad de lesbianas, gays, bisexuales o transexuales y 2 a discriminaciones en los campos de la cultura, los medios o el espectáculo.
De las 11 categorías de discriminación, cinco aumentaron, cuatro mermaron y dos mantuvieron iguales cifras que el 2011.
El mayor aumento se registró en la discriminación educacional, con un 66 por ciento; seguida por las agresiones físicas o verbales cometidas por civiles (54%), por las policías (20%), por la familia y vecinos (8,3%) y por las exclusiones o intentos de marginación institucional (5,5%).
"A diferencia de lo que ocurre con los atropellos perpetrados por uno o más individuos contra una persona identificada como LGBT, los cometidos por autoridades políticas o religiosas suelen afectar a las minorías sexuales como conjunto, en la mayoría de las ocasiones con publicidad mediática, lo que en el contexto del crimen de Zamudio resultaba especialmente incomprensible o impopular, mientras que la norma antidiscriminatoria ejerció tal poder disuasivo, que muchos de los abusos se revirtieron con las respectivas disculpas de los victimarios", apuntó la investigación.
Del total de 148 atropellos, el 24 por ciento afectó a gays, el 16 por ciento a lesbianas, el 4 por ciento a transgéneros o transexuales y el 56 por ciento al conjunto de la diversidad sexual.