Este martes el Ministerio de Salud (Minsal) presentó el nuevo Plan Nacional de Salud Mental, política que plantea mejoras en el área y que espera impulsar a la Ley de Salud Mental como tarea país. El plan recoge los principales desafíos que deben abordarse para el período 2017-2025 en materia de salud mental en Chile.
Actualmente, un 20% de las personas afectadas por enfermedades de carácter mental en Chile tienen acceso a un tratamiento médico. Es por esto que la misión de este plan es proveer de apoyo los enfermos mentales, abogando por sus derechos a ser considerados de manera legal, social, integral, además de fomentar la no discriminación.
Esa misma línea, existen una amplia cantidad de sectores de la población que podrían ser considerados en este plan, tales como los menores en riesgo social, la población carcelaria, los pueblos originarios, las comunidades migrantes, grupos de diversidad sexual, entre otros.
Al respecto se refirió Mauricio Gómez, jefe del departamento de Salud Mental del Minsal, quien detalló en una entrevista para 24 horas que "planteamos muy fuertemente que la responsabilidad sobre la salud mental del país no depende de un ministerio de salud, sino que es una responsabilidad global y colectiva .La salud mental es un compromiso de Estado".
Son 7 los ejes principales de este plan:
- Regulación y derechos humanos: Plantea la necesidad de una Ley de Salud Mental y armonizar las normativas hacia los nuevos estándares de derechos humanos.
- Provisión de Servicios de Salud Mental: Profundizar el modelo de la red temática de salud mental en el modelo integral de salud familiar y comunitaria.
- Financiamiento: Buscar mayores recursos, además de asociarlos a mejores mecanismos de financiación que impulsen el modelo comunitario.
- Gestión de Calidad: Mejorar mecanismos de registros y alinearlos a procesos de calidad e información.
- Sistemas de información e investigación: Disponer de recursos en investigación.
- Recursos humanos e información: Entregar información para poder mejorar y evaluar los diferentes procesos.
- Participación e intersectorialidad: Romper la soledad con la que el sector salud ha enfrentado las tareas de promoción, prevención, tratamiento, rehabilitación e inclusión social, además de incrementar la participación de comunidades y usuarios.
Un 22% de la población chilena, tanto adulta como infanto-adolescente, es afectada por problemas de salud mental. Además, Según la OMS, Chile es uno de los pocos países donde la tasa de suicidio en niños y adolescentes aumenta en vez de disminuir.