El Instituto de Salud Pública (ISP) cerró una farmacia que, según denuncian, vendía medicamentos sin recetas y al por mayor.
Se comprobó que tales remedios eran adquiridos para ser vendidos en ferias libres de Santiago sin supervisión alguna.
Pese a que se venden más baratos en aquellos espacios, esta resulta ser una práctica muy riesgosa ya que son los mismos vendedores quiénes indican sus usos y los medicamentos pueden presentar una serie irregularidades.
Por su parte, la dueña de la farmacia "Omari" se defiende y acusa persecución. No obstante, son varios los vecinos y consumidores que han reafirmado la denuncia.