Malestar e impotencia es lo que existe en dos familias de Copiapó, en la Región de Atacama, que han debido pasar por una doble pena.
Esto porque a la pena por la muerte de sus hijos recién nacidos, se suma que el Hospital San José del Carmen intercambió los cadáveres.
El primer deceso ocurrió el viernes, mientras que el otro ayer lunes. La fatal coincidencia es que ambos eran bebés de sexo masculino y prematuros.
El Servicio de Patología cambió las pulseras de identificación y se produjo el fatal error.
Lo peor es que el lactante nacido el viernes fue entregado a la familia equivocada, quienes lo bautizaron, velaron y enterraron en el Cementerio General de Copiapó.
Cuando la segunda familia se preparaba para sepultar al que creía su hijo, la funeraria le avisó del error.
Las familias no sólo están molestas con el error, sino con el hecho que el hospital no les alertó sobre la situación. Ahora no descartan acciones legales en contra del recinto hospitalario.
Desde el hospital explicaron que hay una investigación en proceso, mientras que paralelamente el bebé sepultado fue exhumado para que las familias puedan realizar el doloroso proceso con sus verdaderos hijos.