La Fiscalía Metropolitana Centro Norte formalizó a tres gerentes de la empresa FILA Chile  por la muerte de un niño de ocho años de edad, cuyo deceso se produjo tras consumir silicona marca PAX con metanol, sustancia altamente tóxica que agregaban al producto.

De acuerdo con la investigación de la fiscal Carolina Suazo, el 12 de julio de 2013 el pequeño Jairon Henry Santander Riquelme, quien vivía en Cerro Navia, consumió silicona líquida “Mi Silicona”, producto que contenía metanol, una sustancia tóxica de cuya presencia no advertía el envase.

Según los antecedentes recabados por la Fiscalía, tras ingerir la silicona, el menor de edad comenzó a presentar vómitos y dolor abdominal, siendo atendido por tres profesionales médicos, los que no pudieron salvarle la vida dado que desconocían la presencia del metanol.

El escolar comió aproximadamente un cuarto de envase de silicona líquida, material que era pedido en los colegios para trabajos manuales. Luego fue llevado hasta un consultorio, desde donde lo derivaron al Hospital Félix Bulnes, lugar en que lo hicieron volver a casa, considerando que el pequeño estaba expulsando la silicona consumida. A las horas el niño empeoró, lo llevaron de nuevo al centro asistencial y finalmente dejó de existir.

La fiscal Carolina Suazo advirtió que si en el envase de la silicona se hubiese advertido de la presencia de metanol, los profesionales médicos hubiesen podido aplicarle al niño el tratamiento correcto para salvarle la vida, lo que no fue posible. Aunque el envase advertía que su uso requería de la presencia de un adulto, el omitir la presencia del metanol en la silicona fue determinante en la muerte del niño, ya que no pudieron aplicarle el tratamiento correcto.

En base a esos argumentos Alejandro Jacob, Mauricio Masía y Carolina Molina fueron formalizados por el homicidio culposo del niño.

Asimismo, la Fiscalía formalizó a los imputados por expendio de sustancias peligrosas, dado que no cumplieron con su obligación de incluir etiquetas en sus productos que señalen la información mínima del contenido. En este caso, la silicona marca PAX contenía Metanol al 63%.

El informe de autopsia realizado a Jairon establecía que la silicona tenía una concentración letal: al momento de su muerte el niño tenía una concentración de 0,25 gramos de metanol. Proyectada esta cantidad al momento de la ingesta arrojó 1 gramo por litro de sangre. Los valores por sobre 0,2 son considerados tóxicos y sobre 0,9 gramos se consideran letales.

En agosto de 2013, cuando ya sabían de la muerte de Jairon, los imputados exportaron la silicona a Ecuador, incumpliendo la obligación de detallar la presencia del metanol y su peligrosidad.

Los tres imputados quedaron con medidas cautelares. Dada la baja pena para los delitos, los imputados Mauricio Masía y Carolina Molina quedaron con arraigo nacional y Alejandro Jacob con firma mensual, explicaron desde la fiscalía.

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Fuente: Agencia Uno y 24HORAS