Por Claudia del Solar
El ex gerente de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, Roberto Izquierdo Menéndez, reconoció que en septiembre de 1973 tuvo conocimiento de que algunas personas habían sido asesinadas en terrenos de un fundo de propiedad de Forestal Minimco -donde él trabajaba-, que visitó personalmente el lugar y que a la persona que lo llevó, un trabajador que dependía de él, le dijo que era mejor que se mantuviera ajeno a los hechos y no comentara lo ocurrido, pues tendría que haber una investigación.
Izquierdo Menéndez prestó declaración el 10 de septiembre ante el ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Concepción, Carlos Aldana, quien investiga la muerte de 19 trabajadores que pertenecían a la CMPC y a Ferrocarriles del Estado y eran vecinos de Laja y San Rosendo. En septiembre de 1973, todos ellos fueron detenidos, ejecutados y sepultados ilegalmente por Carabineros en los terrenos del Fundo San Juan, de la Forestal Mininco y, desde ese lugar, trasladados en secreto a sepulturas definitivas en el Cementerio de Yumbel.
El hecho ha sido relatado en un libro de reciente aparición, "A la Sombra de los Cuervos. Los Cómplices Civiles de la Dictadura", de Javier Rebolledo (Ediciones Ceibo), quien realizó una exhaustiva investigación de los hechos.
El ingeniero forestal, a la fecha de los hechos, era encargado de compras de madera de CMPC y es actualmente miembro del directorio de Yadrán S.A., de Alimentos Marinos S.A., director de Almendral S.A. -controladores de Ente-, vicepresidente del Diario Financiero y además consejero de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y de la Corporación de la Madera (Corma).
La declaración de Izquierdo
Izquierdo Menéndez confirmó así lo declarado por Guillermo Reyes Contreras, el ex trabajador de la Forestal Minimco, que en ese tiempo tenía una relación subsidiaria con CMPC. Reyes relató que su jefe, Izquierdo Menéndez, le recomendó que guardara silencio respecto del crimen.
En su testimonio ante el ministro Aldana, Izquierdo reconoce que visitó el lugar junto a Reyes tiempo después del 11 de septiembre de 1973, aunque dice no recordar la fecha exacta, y tras hablar por teléfono con Reyes, se juntaron en las inmediaciones del Puente Perales, en el camino que une la Carretera Panamericana con Laja, para visitar una faena de retiro de madera.
Una vez en el lugar, siguió a Reyes unos 10 kilómetros hasta el pueblo de Laja y se internó en un fundo, donde Reyes le dijo que habrían sido sepultadas unas personas que habían sido muertas en el sector, sin darle más detalles, aunque le dijo que el hecho era bien conocido en el pueblo de Laja.
Ante la confesión, Izquierdo -por la fecha en que ocurrieron los hechos, cercana al 11 de septiembre, y lo dramático del tema- le indicó a Reyes que se mantuviera ajeno a los hechos y no los anduviera propalando, pues debería haber una investigación. Por lo mismo, relata que no quiso verificar personalmente si era efectivo lo que Reyes le había dicho.
También señala que no informó a sus superiores ni le contó a nadie de la empresa lo que había sabido.
En su declaración, Izquierdo Menéndez no aclaró si averiguó si efectivamente se llevó a cabo la investigación que él esperaba y por la cual instruyó a su subalterno a guardar silencio.