Sin paciencia y con miedo a represalias se encuentran varios funcionarios de Carabineros que denunciaron diversas irregularidades en el Hospital de la institución.
En el recinto se pueden atender integrantes de Carabineros, la Policía de Investigaciones (PDI), Gendarmería y sus familiares directos.
Sin embargo, la tónica del último tiempo es de esperas de más de siete horas para ser atendidos, personas sentadas en el suelo y sin posibilidad de conseguir sillas de ruedas o camillas.
Los mismos pacientes grabaron con sus celulares lo ocurrido, pero pidiendo reserva de sus identidades para evitar represalias. Esto porque aseguran que se incurre en discriminación, pues funcionarios con mayor grado institucional son atendidos primero que muchos de los que llevan horas esperando.
Situación que también ocurriría y beneficiaría a familiares de doctores y encargados.
El problema es que estos reclamos no se pueden poner por escrito, como tampoco las sugerencias, ya que no existen libros para esto y sólo permanece uno de felicitaciones.
Al ver que las denuncias surgían desde sus propias filas, en el hospital llamaron a una reunión de crisis tras la cual el director del recinto, coronel Freddy Jalil, desmintió gran parte de ellas.
"Aquí se atiende por urgencia de la patología", indicó asegurando que se prioriza a los que tienen compromiso vital, mientras que los enfermos más leves van quedando retrasados hasta que se termine la revisión de los pacientes críticos.
Quienes realizaron la denuncia aseguran tener temor, pues trascendió que desde el Hospital informaron a los pacientes que se inició una investigación interna para determinar identidades de quienes entregaron los antecedentes.