Con medidas cautelares, pero en libertad quedaron los siete jóvenes que rayaron con grafittis los trenes de la estación La Cisterna.
Se trató de estudiantes de diseño, dibujantes y artistas visuales que, muy organizados, se convirtieron en el ataque número 41 al Metro en lo que va del año.
Los sujetos volvieron a poner en debate este tipo de acciones, que se tratan de una tendencia mundial, pero que genera grandes gastos.
Algunos ciudadanos lo comparten y otros lo tildan de mero vandalismo, mientras tanto los jóvenes deberán firmar mensualmente.
Todo el debate de esta práctica en la nota de 24 Horas Central.