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Pérdida de confianza

El vocero de la Conferencia Episcopal aboga por profundizar en las labores de prevención.

Agustín Benaprés

Miércoles 25 de julio de 2012

A raíz de la denuncia contra el sacerdote John O'Reilly por un posible abuso sexual a una menor de edad del Colegio Cumbres Femenino -que se suma a la serie de establecimientos educacionales investigados sobre esta delicada temática-, en 24horas.cl nos comunicamos con la Conferencia Episcopal para conocer la opinión de la Iglesia Católica y las medidas que se están tomando para enfrentar estos casos.

Para el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, cualquier denuncia de esta naturaleza "es muy dolorosa, independiente de quién sea la persona y la institución involucrada".

En ese sentido sostuvo que "siempre cuando hay un posible abuso de un menor de edad es una mala noticia para la sociedad, para la familia y para la Iglesia. Lo importante es que esta denuncia está conducida según la legislación vigente en Chile y sólo nos resta confiar en la labor de las instancias que lo investigan -tanto en la justicia penal y la justicia canónica- y que en un tiempo breve puedan llegar a la verdad".

Respecto de las medidas que está tomando la institución, Coiro explica que "la Iglesia desde el año 2003 tiene un protocolo, un procedimiento judicial interno para estas materias y desde el año 2011 este protocolo actualizado incluye un acompañamiento a las víctimas y también medidas de prevención. Hay 19 clérigos que en la historia han sido condenados por abuso sexual".

Además agrega que "en las denuncias que se interponen asiste el derecho del denunciado de ser estimado inocente hasta que no se demuestre lo contrario. Tampoco podemos convertir ese derecho en un pretexto para no creer en los denunciantes y hay que manejarlo con mucho cuidado y especial cercanía a las personas que hacen la denuncia. Entiendo es el tenor de las medidas que ha tomado el Colegio Cumbres en este caso también".

PÉRDIDA DE CONFIANZA EN LA IGLESIA

Uno de los puntos delicados en el tema de los abusos sexuales a menores donde han estado involucrados personeros de la iglesia, tiene relación con su poder y relación de confianza. Para Jaime Coiro, "ahí hay un tema pendiente y tiene que trabajarse en los seminarios, en la preparación de los profesores y de los sacerdotes. Esa es una tarea en que está abocada toda la Iglesia, en el caso de los obispos por los que yo hablo y es dolorosa".

"La Iglesia Católica ha gozado de la confianza de las familias y en algunos lamentables casos, algunos de nuestros consagrados han traicionado esa confianza. Recuperar esa confianza no es una tarea fácil y eso significa incorporar definitivamente el tema de la prevención desde todas las labores de la parroquia y los colegios", sostiene Coiro. "Los mecanismos de prevención no pasan exclusivamente por medidas de seguridad, de instalación de cámaras, por transparencia de los vidrios sino que pasan por una reestructuración de los sistemas de confianza. Esos sistemas de confianza no se construyen por un decreto, protocolo o memorándum y es un trabajo a largo plazo".

Los sacerdotes, al ser ciudadanos, responden tanto civil como penalmente, al igual que una persona común. Pero además tienen un posible castigo de orden sacerdotal. En ese sentido el vocero de la Conferencia Episcopal, sostiene que "si hay una denuncia de la fiscalía, están colaborando. En materia canónica lo que se ha hecho es lo que el protocolo sugiere que es la adopción de medidas cautelares que es la suspensión de sus actividades en el colegio".

"EL FOCO DEBE ESTAR EN LAS VÍCTIMAS"

Jaime Coiro insiste en "no perder el foco de la atención pastoral. Si la acción de la Iglesia, de un papá, de un tío, apunta a ocasionar un daño a los más vulnerables que son los niños, si eso está en un contexto de manipulación, de jerarquía de poder, la palabra clave desde Jesucristo es una preocupación especial por los que sufren".

El vocero explica que las denuncias de abusos que se dan en el país son alarmantes y "las unidades de prevención que se están creando en todas las diócesis de Chile, están en estrecho contacto con las instituciones de las regiones que tienen que ver con la prevención del abuso sexual de menores. Más que centrar el impacto en la persona del acusado es centrarse en las víctimas, en su dignidad , en lo que significa tener que hacer esta denuncia y en ponerse en el lugar del que sufre".