Lleva tres días detenido y asegura que sólo ha tenido contacto con el fiscal argentino a cargo del caso y su representante.
Francisco Javier Sanhueza Sanhueza es el chofer que iba conduciendo la máquina de Turbus que la madrugada del sábado se volcó en Horcones (Mendoza) cerca del paso Los Libertadores.
"Pido disculpas y ruego a Dios que esas personas que les causé todo el daño posible, encuentren la calma... o fue intencional, fue un accidente", dijo en exclusiva el conductor de la máquina en conversación con 24Horas.
Aseguró además que se siente deprimido y que, con el paso de las horas ha logrado percibir el impacto del accidente. "Sé el daño que he causado, o sea ya estoy consciente, en el minuto no lo percibí", agregó.
Al ser consultado por los testimonios de los sobrevivientes del accidente que aseguran que sí les dijeron que bajara la velocidad, Sanhueza dice que 'nunca me llegó el comentario', pero tampoco desea culpar a otras personas porque "soy el único que iba manejando".
Por último, el conductor que no ha sido contactado por la empresa en cuestión le envió un mensaje a su familia: "Que me disculpen... Perdí a mi familia, perdí a mi pareja, a mis hijos", dice entre sollozos.
En el accidente fallecieron 19 personas, entre ellas dos chilena.
CONDENA
Francisco Sanhueza fue imputado por la justicia de ese país bajo la figura de "homicidio simple con dolo eventual más lesiones gravísimas, graves y leves en concurso".
De esta manera, el hombre arriesga una pena de entre 8 a 25 años de prisión.
Según el fiscal de la causa, Gustavo Pirrello, sostuvo que el acusado, Francisco Javier Sanhueza, no declaró por recomendación de su abogada.
El persecutor argumentó que su decisión de imputar este delito a Sanhueza se basó "en que en el expediente hay pruebas de que se trató de un homicidio con dolo eventual, como algunos derrapes y advertencias de los pasajeros de exceso de velocidad que el chofer no atendió". Concluyó que, como desde la parte penal se analiza la conducta de la persona que dominaba el colectivo, "la empresa está ajena al accidente".
VÍCTIMAS CHILENAS
Dos han sido las víctimas chilenas que dejó el accidente del bus. Lucía Yévenes Márquez, de sólo tres años de edad, viajaba junto a su madre argentina. La menor se sumó a Macarena Gaete.
Dentro de los chilenos sobrevivientes, Valeria Tapia se encuentra en la situación más grave, puesto que debieron amputarle segmentos de los dedos de una mano.