Un equipo de fútbol de 12 escolares tailandeses y su entrenador, que llevan dos semanas atrapados en una cueva inundada, se comunicaron con sus padres por primera vez a través de cartas, mientras rescatistas trabajaban el sábado para salvarlos.
"Por favor, no se preocupen", pidieron los niños en un mensaje colectivo antes de que cada uno redactara mensajes personales a sus seres queridos, en notas cortas escritas en un papel manchado y amarillento.
"Estamos todos sanos y fuertes. Hay mucha comida que queremos comer cuando salgamos. Queremos ir directamente a casa", escribieron los pequeños.
Sin embargo, el destino de los niños atrapados en el complejo de cuevas de Tham Luang sigue siendo incierto. El líder de los rescatistas indicó que la mejor oportunidad de sacarlos podría darse en los próximos días antes de las fuertes lluvias pronosticadas, pero no dio un plazo preciso.
Pero los menores ya miraban al futuro y pidieron a sus escuelas que no fueran demasiado duros con ellos. "Maestros, por favor, no nos den demasiada tarea", escribieron.
La correspondencia se publicó en la página de Facebook de los Navy SEALs de Tailandia el sábado, indicando que las cartas fueron recibidas durante la noche del viernes.
"Por favor, no se preocupen, papá y mamá (...), ayudaré a mamá con la tienda todos los días. Pronto estaré allí", escribió Ekarat Wongsukchan, de 14 años, arquero del equipo de la Wild Boars Academy.
La difícil situación de los chicos coincide con el Mundial de Fútbol, del que Rusia es anfitrión. La FIFA ha ofrecido llevar a los niños tailandeses y a su entrenador a la final de en Moscú el 15 de julio si son rescatados antes de esa fecha.