Era un día más en la casa de la pequeña Oaklee Sidwell, en Utah, Estados Unidos.
La niña de nueve años estaba entusiasmada. La cama elástica, ubicada en su jardín, la había encantado y no quería bajarse.
Incluso, cuando sus amigos comenzaron a ponerse los zapatos para entrar a casa, ella continuó saltando, como si supiera que sería la última vez que jugaría en el mundo de mortales.
Esto, porque mientras disfrutaba de las alturas, una ráfaga de viento atrapó su cama elástica y la lanzó a más de 48 metros de distancia. La pequeña Oaklee no alcanzó a escapar y las consecuencia del accidente, lamentablemente, fueron fatales.
La menor fue llevada al hospital de Salt Lake City, donde murió producto de las varias lesiones que le provocó la caída.
Según reportó la policía, la tragedia habría sido provocada por las fuertes ráfagas de viento, ya que la cama elástica se encontraba debidamente instalada en el patio de su casa, ubicada en el poblado de Panguitch.
Oaklee Sidwell era amante de los animales y la naturaleza. Para honrar su memoria su familia publicó un obituario en internet donde la menor siempre será recordada.