Decenas de miles de personas protestaron el viernes en la capital de Argentina por la desaparición de un joven, que fue visto por última vez hace un mes durante el desalojo de una protesta de pueblos originarios en el sur del país.
Bajo la consigna "¿Dónde está Santiago?", organizaciones sociales convocaron a la segunda protesta en menos de un mes, en la que exigieron la aparición con vida de Santiago Maldonado, un artesano de 28 años.
Familiares y testigos sostienen que Maldonado participaba de una protesta de mapuches en la provincia de Chubut el 1 de agosto, cuando fue apresado por la Gendarmería Nacional.
La oposición y organizaciones de derechos humanos como las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo dicen que el Gobierno del presidente Mauricio Macri es responsable por lo ocurrido con Maldonado, un hecho al que califican como desaparición forzada.
"Queremos una investigación seria e imparcial, queremos que se investigue a todo el personal de Gendarmería que actuó el 31 de julio y 1 de agosto, ellos son responsables y tienen que dar cuenta de su actuación", dijo Sergio Maldonado, hermano de Santiago, en un discurso frente a una multitud en la Plaza de Mayo. "¿Hasta cuándo debemos preguntarnos dónde está Santiago?".
Por su parte, el Gobierno Nacional sostiene que no hay pruebas de que Maldonado haya estado en el lugar de los hechos y que vincule a la Gendarmería con su desaparición.
Tras la marcha se produjeron algunos incidentes, cuando una veintena de manifestantes rompieron vidrios en la sede de Gendarmería en el centro de Buenos Aires. En El Bolsón, en la provincia de Chubut, una docena de jóvenes encapuchados tiraron bombas molotov contra un cuartel de la fuerza.
Argentina tiene una historia negra de violencia policial y represión ilegal. Durante la última dictadura militar, entre 1976 y 1983, se aplicó un régimen de detenciones ilegales, torturas y asesinatos en centros clandestinos que, según organismos de derechos humanos, dejó unas 30.000 personas desaparecidas.