En el marco de su intervención en la Asamblea General de Naciones Unidas, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, criticó el espionaje realizado por Estados Unidos contra instituciones públicas y privadas del país carioca.
Luego de lamentar la masacre ocurrida a interior de un centro comercial en Kenia, Rousseff dirigió sus dardos inmediatamente contra las acciones cometidas por el Gobierno del presidente Barack Obama.
"Lo que tenemos frente a nosotros es un serio caso de violación de los derechos humanos y una falta de respeto a la soberanía de mi país", aseveró la mandataria.
Agregó, además, que el espionaje es "un quebrantamiento del derecho internacional y ofensa a los principios que deben reinar en las relaciones entre países, especialmente entre países amigos".
Para proteger a Brasil, Rousseff afirmó que está tomando medidas para proteger sus comunicaciones internar y para "defender los derechos humanos de todos los ciudadanos del mundo".
Como resultado de las filtraciones que indicaban que Estados Unidos espió a Brasil, la mandataria postergó una visita de Estado al país norteamericano.