Los presos de una cárcel del sur de Brasil tomaron este lunes a siete trabajadores del centro como rehenes, en un nuevo motín registrado en las penintenciarías del país en los últimos meses, reportaron medios locales citando al Ministerio de Justicia.
Las autoridades indicaron que uno de los retenidos fue liberado la tarde del lunes con heridas menores, después de que fuera tomado como rehén junto a otros seis trabajadores durante disturbios en la prisión de Maringa, en el estado de Paraná, a 600 km al este de Sao Paulo.
Contactado por AFP, el personal de la cárcel no confirmó si algún otro rehén fue liberado tras el segundo motín registrado en poco más de dos meses en este centro, que alberga a 636 presos.
El portal de noticias G1 indicó que la policía militar estaba negociando con los amotinados en una de las alas de la cárcel, donde hay 120 prisioneros.
Según el Ministerio de Justicia, la cárcel tiene capacidad para 650 detenidos.
En octubre pasado también se registraron disturbios durante dos días en la prisión de Guarapava, centro de Paraná, que concluyeron con la liberación de guardias y otros reos que habían sido tomados como rehenes por los amotinados.
En los últimos cinco meses se han reportado 23 revueltas en prisiones de Paraná, según las autoridades citadas por el canal Globo.
En la cárcel de Cascavel, cinco prisioneros fueron asesinados, dos de ellos decapitados, durante un motín de dos días en agosto. La penitenciaría de Pedrinhas, en el estado de Maranhao (norte), es a su vez escenario frecuente de rebeliones, peleas e intentos de fuga.
Las cárceles brasileñas albergan unos 563.000 prisioneros, la cuarta población penal del mundo detrás de Estados Unidos, China y Rusia, según la oficina local de Amnistía Internacional, que cita cifras del mes de mayo.
De acuerdo a la ONG de derechos humanos Conectas, que trabaja el tema carcelario, serían necesarias más de 200.000 plazas para evitar el hacinamiento y todos los problemas que derivan de éste.
Fuente: AFP - Foto: Archivo Reuters.