Mientras Barack Obama está en la Casa Blanca cumpliendo con su rol de Comandante en Jefe tras el paso del huracán Sandy por la coste este de los Estados Unidos, la campaña presidencial continúa activa.
Por eso, el mandatario tuvo que recurrir a sus "rostros" de campaña para continuar acercándose a los votantes indecisos. De esta forma, Bill Clinton y el vicepresidente Joe Biden participaron, por primera vez juntos, en una gira que pasó por Florida y Ohio, dos de los estados más importantes de las elecciones presidenciales.
Más tarde, el ex mandatario se dirigió hacia Minessota y Colorado, donde llamó a los votantes a participar de los comicios que se realizarán el próximo 6 de noviembre. Durante esta semana, además, asistirá a eventos en Virginia, New Hampshire y Wisconsin, todo porque Obama no tiene planeado realizar actos oficiales hasta el jueves.
Su papel como uno de los presidentes demócratas más exitosos de la historia de los Estados Unidos podría contribuir a la campaña de Obama, sobre todo después que volviera al ojo público tras el discurso entregado en la convención realizada por el partido en septiembre.
En su rol de Comandante en Jefe, Obama viajará hacia los estados afectados por Sandy, con el objetivo de demostrar liderazgo y manejo de crisis. Con la economía en baja, la emergencia climática sufrida este domingo se transformó en la herramienta perfecta para que el mandatario deje atrás la tasa de desempleo y entregue un mensaje de reconstrucción en la zonas afectadas.
Por esto, ha decidido guardarse y esperar hasta la víspera de las elecciones para volver a convertirse en el candidato demócrata que busca la reelección. En tanto, su rival, el republicano Mitt Romney, continúa con su gira, en lo que podría ser un gesto mal evaluado por los votantes.
Pese a lo anterior, los analistas indican que las campañas tiene poco efecto en la decisión final de los indecisos, por lo que el paso de Sandy, podría transformarse en aquello que hará que los electores no resueltos escojan a uno u otro candidato.