Los datos son del Instituto Nacional de Estadística. Son públicos, pero hasta que la Fundación Sol no lanzó el estudio Los Verdaderos Sueldos de Chile esta semana no habían llamado tanto la atención. “Nos parece increíble la sorpresa con la información, siendo que ha estado disponible durante mucho tiempo”, cuenta a 24Horas.cl uno de los autores, Marco Kremerman.
Basado en la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos (NESI), de finales de 2013, el informe pone sobre la mesa la desigualdad de ingresos en Chile. “El 53,5% de los trabajadores chilenos gana menos de $300.000 y el 70% menos de $426.000 líquidos”, destaca el texto en valores mensuales. Tan solo un 15,9% cobra más de $652.000.
Si separamos por sexo, ellas siguen quedando en peor posición. El 83,5% gana menos de $550.000 líquidos. La brecha es de un 42,6% a favor de los hombres. Por sectores, en Comercio, Construcción, Hoteles y Restaurantes, Agricultura, Pesca, Industria Manufacturera y otros Servicios comunitarios y sociales, el 70% de los trabajadores no supera los $400.000 líquidos.
“Al ser un país tan desigual, el promedio está inflado por los ingresos de las personas más ricas y la mayoría de las personas puede quedar bajo ese promedio”, justifica Kremerman. Por eso, no basta solo saber cuál es el sueldo medio, sino conocer la mediana; es decir cuánto ganan en promedio el 50% de los trabajadores con menor salario, e incluso, el informe señala, también, el del 70% de los empleados.
En Chile “el 1% más rico se queda con el 31% de los ingresos”, continua el economista de la Universidad Católica e investigador de la Fundación Sol. Fijándose en otros países, este porcentaje alcanza el 6% en Holanda y el 12% en Alemania.
Salarios promedio por región (derecha) y sueldos promedio del 50% de los trabajadores de menores ingresos (izquierda), según el estudio Los Verdaderos Sueldos de Chile.
En general, el salario mínimo por hora de los países de la OCDE, cuando tenían el mismo tamaño económico que tiene hoy Chile, duplicaba actual en nuestro país, que representa menos del 30% del PIB.
Según el estudio, si nos comparamos con países con economías de igual tamaño, como Croacia o Polonia que tienen un PIB per cápita PPP en torno a los USD20.000, su mediana es casi un 100% superior. De hecho, en relación al promedio de la Unión Europea, “la mediana salarial en Chile debería ser un 94,3% más alta” y un 57% si nos comparamos con economías similares.
“El 70% de los trabajadores chilenos gana menos de 426.000 líquidos y vivir en Chile con eso es imposible”, recuerda Marco Kremerman. “Hay que endeudarse”.
ENDEUDAMIENTO
Salarios bajos y alto consumo, una ecuación que solo se resuelve con deudas, como explica el investigador. “El endeudamiento suple los salarios”, afirma. Pero las estadísticas comienzan a causar alarma.
El informe de la OECD Society at a Glance 2014 revela que al 27,8% de los chilenos no le alcanza para comprar alimentos. Por su parte, la última Encuesta Financiera de Hogares del Banco Central señala que el 63,8% de los hogares destina el 36% de sus ingresos en pagar deudas; porcentaje que en el caso de los más pobres alcanza el 45%.
“Si cobras $400.000, 200.000 van para las deudas y lo que te queda es para pagar arriendos, educación, salud, ropa…”, razona el investigador, para el que la situación “no es sustentable” a mediano y largo plazo”.
¿Está sobreendeudado?
¿Está sobreendeudado?
¿Está sobreendeudado?
“Esto tiene que ver con el tipo de empleos que se crean”, explica, “en los últimos cuatro o cinco años se han generado más de un millón de empleos, pero 3 de cada 4 son de muy baja calidad”. “Se parece a lo que se creaba en España en 2007, antes de la crisis, empleos burbuja que cuando llega una crisis se evaporan”, concluye Kremerman.
El panorama no tiene una solución a corto plazo. Para el autor del estudio, se necesita un salario mínimo en sintonía al tamaño de la economía del país, pero, también, reforzar la negociación colectiva y los derechos laborales y cambiar el código del trabajo. “La reforma laboral que se está tramitando”, concluye Marco Kremerman, “es insuficiente”.