Cerca de ampolletas, focos y pantallas, y particularmente de noche; solemos ver polillas y otros insectos atraídos por las luces de ellas. Aun así, las razones de estos bichos para estar allí son distintas a las que la mayoría suele creer, esto según lo revelado por el estudio de la revista Nature Communications publicado el pasado 30 de enero.
¿Qué determinó el estudio acerca de los insectos y las luces?
Bajo la pregunta "¿por qué los insectos se agrupan alrededor de la luz durante la noche y parecen incapaces de salir?", el estudio liderado por Sam Fabian, entomólogo del Imperial College de Londres; descubrió que a distancias cortas la mayoría de los insectos no vuelan directamente hacia una fuente de luz artificial. En contra parte, los bichos suelen volar ortogonalmente, o perpendicularmente, a las luces.
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Esto se determinó a través de 477 grabaciones de campo estereovideográficas, las cuales se hicieron con cámaras de captura de movimiento y filmaron con iluminación infrarroja para no perturbar la visión de las criaturas. De ellas se identificó tres motivos de comportamiento visualmente evidentes. Todos observados en 10 órdenes de insectos que vuelan cerca de luces artificiales:
- Vuelos en órbitas, que podrían identificarse por la trayectoria de vuelo circular relativamente estable alrededor de la luz artificial con una velocidad sostenida.
- Estancamiento de vuelo, caracterizado por una subida pronunciada del insecto cuando este se aleja de la fuente de luz y posteriormente su caída de golpe.
- Además de la inversión de vuelo, que ocurre cuando el insecto vuela directamente sobre una fuente de luz.
Las observaciones cualitativas de estos videos de campo sugirieron que los insectos orientan sus ejes dorsales hacia fuentes de luz. A raíz de lo anterior, se estima que las luces artificiales cambian el sentido de orientación vertical de los insectos, alterando su capacidad para mantener el vuelo hacia adelante.
"Nuestra evidencia experimental y simulaciones atribuyen el mecanismo de captura de luz a una interrupción de la percepción vertical del insecto en lugar de una señal de navegación", dice el estudio realizado por Samuel Fabian, Yash Sondhi, Pablo Allen, Jamie Theobald y Huai-Ti Lin.
Contaminación lumínica, un problema para los insectos
Cuando la luz artificial no interfiere, los insectos nocturnos mantienen la espalda orientada hacia la dirección más luminosa, que suele ser el cielo. Un truco evolutivo que ayuda a estos bichos a mantenerse nivelados durante sus vuelos nocturnos. La luz artificial, por otra parte, complica el panorama, pues cuando los insectos pasan cerca de ellas, se desorientan y creen que la iluminación artificial es el cielo, explica Samuel Fabian.
"Las luces brillantes pueden alterar este mecanismo y alterar involuntariamente el vuelo de los insectos", señala el estudio.
Comprender mejor el impacto de la luz artificial en estas criaturas aladas es crucial, ya que la contaminación lumínica desempeña un papel cada vez más importante en el declive de las poblaciones mundiales de insectos, afirman los investigadores. De hecho, el aumento de las luces artificiales tiene varios efectos nocivos en la vida silvestre, como la pérdida y fragmentación del hábitat, según una investigación de marzo de 2022 citada por la National Wildlife Foundation.
“En el mundo la contaminación lumínica está aumentando un 9,6% por año, duplicándose en menos de ocho años. La importancia de preservar los cielos (...) tiene importantes consecuencias sobre el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la salud humana”, agrega Daniela González, Directora Ejecutiva de la Fundación Cielos de Chile, según detalla una nota publicada en el portal de la fundación.
Alternativas para disminuir el impacto de la luz artificial
En esta línea, la invitación está en la reducción de las luces innecesarias, particularmente aquellas sin protección y orientadas hacia arriba o que causen un reflejo en el suelo. Pues su control o uso más regulado puede mitigar el impacto sobre los insectos voladores durante la noche.
Por otro lado, este estudio ha sido ampliamente aplaudido desde el mundo científico, pues estos nuevos hallazgos podrían ayudar a la conservación. Lo anterior, al impulsar la investigación sobre cómo minimizar los efectos de la contaminación lumínica en los insectos.
