Crece la presión sobre el Gobierno para que rompa las relaciones diplomáticas con Venezuela, luego de que el Ministerio Público revelara que el asesinato del exmilitar Ronald Ojeda Moreno tendría un "móvil político" y que fue orquestado desde el país liderado por Nicolás Maduro.
Si bien el Ejecutivo descartó toma dicha medida, varios parlamentarios ―desde la UDI hasta el Partido Socialista― y figuras políticas manifestaron que el Presidente Gabriel Boric debe endurecer el tono y aplicar medidas para limitar el ingreso de ciudadanos venezolanos a Chile.
En conversación con el Canal 24 Horas, Paulina Astroza, doctora en Ciencia Política y académica de Universidad de Concepción, advirtió que romper las relaciones diplomáticas con Venezuela sería "entrar en una guerra" y que limitaría aún más la cooperación y ahondará el conflicto.
"Se está tomando con mucha liviandad por parte de políticos y de muchas personas lo que significa romper relaciones diplomáticas entre dos naciones (...) significa terminar todo tipo de contacto entre dos países, es estar en una guerra con otro Estado. Incluso, en Medio Oriente, pese a estar en guerra, ninguno ha roto las relaciones diplomáticas con el otro", explicó.
La experta señaló estar "de acuerdo con la postura del Gobierno" en este caso, pues destacó la importancia de que "las embajadas y cancillerías tengan los teléfonos abiertos para antes, durante y después de algo tan grave como una guerra, y tener ese conducto para buscar soluciones políticas a situaciones gravísimas".
Los motivos que frenan a Chile para romper relaciones con Venezuela
En el marco de las indagatorias por el crimen de Ojeda Moreno, la Fiscalía identificó a dos hombres vinculados al crimen: Walter Rodríguez y otro de iniciales M.K.R., ambos serían miembros del Tren de Aragua y estarían escondidos en Venezuela.
En ese contexto, Paulina Astroza manifestó que con un eventual cese de las relaciones "se pueden olvidar de algún tipo de cooperación e información policial".
Dicha medida también dejaría "en indefención a los connacionales que están allá" e "implicaría el fin de las relaciones comerciales y culturales".
La académica fue enfática en señalar que los conflictos con las bandas criminales y la migración desde Venezuela también afecta a otros países de Latinoamérica, tales como Ecuador, Perú y Brasil.
"Entonces, es importante que a nivel regional se puda actuar para presionar a Venezuela y a todos aquellos países donde están las bandas internacionales", aseguró.
Finalmente, la experta afirmó que terminar las relaciones es la "medida más ineficiente", pues "sería ahondar más aún y dejar mayor espacio para que no logremos nada de parte de Venezuela (...) Si cortamos las relaciones, ¿cómo los presionamos para que reciban a los venezolanos deportados?".